martes, 24 de abril de 2012

Bizcocho de colores

Ingredientes:
Un yogur, y con el vasito del yogur, medimos
un vasito de leche
otro de aceite,
dos de azúcar,
cuatro de harina.
Un sobre de levadura
cuatro huevos
un poquito de canela
cacao en polvo
una galleta integral de chocolate y naranja (para decorar)

Preparación:
Precalentamos el hormo a 250º, batimos todos los ingredientes, excepto el cacao y la galleta, y vertemos más o menos la mitad de la masa en el molde del bizcocho. Al resto, le echamos una cucharada sopera de cacao (yo utilizo cacao puro, el mismo que se emplea para hacer tiramisú), lo mezclamos muy bien, y vertemos con gracia la masa con el cacao en el molde. Troceamos la galleta y decoramos el bizcocho, que irá al horno, al que bajaremos la temperatura hasta 210º, hasta que esté doradito.

viernes, 13 de abril de 2012

Gazpachos Manchegos

Donde dije digo, digo Diego.

El sábado pasado bautizamos a Jaime, y vino la familia. Lo celebramos cenando fuera, pero llegaron para la hora de comer, y comimos todos en casa. ¿Qué podía preparar para un regimiento? Algo típico del pueblo del niño: Gazpacho Manchego. Pero, mira tú por dónde, no es en singular, sino en plural (¿te han salido buenos los gazpachos?- me preguntaba el carnicero de la tienda en la que había comprado las tortas). Así que saqué, de las ollas, la más grande y me puse manos a la obra:

Puse a cocer un pollo hermoso, cortado en trozos, con un par de hojas de laurel, una cabeza de ajos entera, y un par de pastillas de caldo (que hago yo con la thermomix, ya os contaré cómo) y mientras, en la más grande de las sartenes hice el sofrito con un par de cebollas y unos cuantos tomates troceaditos, con su poquita de sal y un pelín de azúcar, por eso de la acidez del tomate.
Cuando el pollo estuvo cocido, lo aparté del caldo y lo dejé enfriar para poder desmigarlo muy bien. Cuando estuvo desmigado, lo rehogué (en varias tandas) en la sartén, en la que había puesto un chorreón de aceite y un poquito de ajo picado, con un chorrete de vino, y de ahí, al sofrito.
Luego lo vertí en la olla con el caldo, y cuando todos mis comensales hubieron llegado (comimos 11 personas), le añadí la torta troceada, y la dejé cocer unos diez minutos.

Para vosotros, almas en pena, que me leéis pero no podéis comprar la torta, os diré que la textura que le resulta se parece mucho a la de la pasta, por lo que podéis probar a echarle trozos de canelones o de lasaña.
Y para chuparse los dedos. Creo que en la olla caben 8 litros, estaba hasta el borde de gazpachos, y acabamos con ella.